Feminicidio
La violencia contra las mujeres tiene su origen en la desigualdad de género, es decir, en la posición de subordinación, marginalidad y riesgo en el cual éstas se encuentran respecto de los hombres.
La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en nuestro sistema penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer y una de las manifestaciones más graves de la discriminación hacia ellas.
En nuestro Código Penal Federal el feminicidio se encuentra tipificado en el artículo 325, el cual establece lo siguiente:
“Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
- La victima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
- A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
- Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
- Haya existido entre el activo y la victima una relación sentimental, afectiva o de confianza;
- Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
- La victima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida;
- El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.”
Comúnmente los homicidios que se cometen contra las mujeres no son investigados tomando en consideración que podrían tratarse de feminicidios.Por esta razón, el Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género recomienda que todas las muertes violentas de mujeres que en principio parecerían haber sido causadas por motivos criminales, suicidio y accidentes, deben analizarse con perspectiva de género, para poder determinar si hubo o no razones de género en la causa de la muerte y para poder confirmar o descartar el motivo de ésta.
En este mismo tenor se encuentra la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) relacionada con el caso de Mariana Lima Buendía, la cual establece que en el caso de muertes de mujeres se debe:
- Identificar las conductas que causaron la muerte de la mujer;
- Verificar la presencia o ausencia de motivos o razones de género que originan o explican la muerte violenta;
- Preservar evidencias específicas para determinar si hubo violencia sexual;
- Hacer las periciales pertinentes para determinar si la víctima estaba inmersa en un contexto de violencia.
Conocer estas herramientas para la investigación y actuación en los casos de feminicidio es un gran paso para la procuración de justicia.
Para más información, puedes consultar el estudio La Violencia Feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2014.
Los estados de México con más feminicidios
El Estado de México, donde se registraron 39 presuntos feminicidios en lo que va de 2022, encabeza la lista de este tipo de homicidios a nivel estatal en términos absolutos, seguido por Nuevo León y Veracruz con 21 cada uno.
Si se analizan los datos de presuntos feminicidios cada 100.000 mujeres, la lista cambia y los tres con mayor incidencia de este tipo de delito son Morelos, Nuevo León y Aguascalientes.
En el otro extremo están Colima y Nayarit, donde no se han registrados feminicidios en lo que va del año.
A nivel municipal, Guadalupe (en Nuevo León), Juárez (Chihuahua), Ecatepec de Morelos (Estado de México), Morelia (Michoacán) y Salinas Victoria (Nuevo León) son los tres municipios con más presuntos feminicidios en el primer trimestre de 2022, contando con cinco casos en Guadalupe y cuatro en los restantes municipios mencionados.
La mayor parte de las víctimas de feminicidio son mayores de edad, según las estadísticas estatales.
Estas cifras refieren específicamente a los delitos tipificados como feminicidio. Además, en el primer trimestre 628 mujeres fueron presuntas víctimas de homicidios dolosos, mientras que un total de 888 fueron víctimas de homicidio culposo.
Si se suman las tres tipificaciones, las cifras arrojan la muerte de 1.745 mujeres por presuntos homicidios en el primer trimestre del año, aunque poco más del 10% están tipificados como presuntos feminicidios.
En marzo, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio ponía las cifras bajo otra óptica, recalcando que entre 10 y 11 mujeres son asesinadas al día en el país.
¿Cómo podemos reducir los feminicidios?
Bueno, primero, esto es lo que no funciona: decirle a las mujeres qué hacer o ponerse, y cómo comportarse para evitar ser víctimas de violencia.
Tras el asesinato de Nessa, hubo indignación después de que el consejo local entregó más de 200 alarmas de seguridad a mujeres y personas vulnerables en el área donde se encontró el cuerpo del maestro.
La escritora Sophie Gallagher expresó su frustración en una columna diciendo que este tipo de respuesta de las autoridades, así como la orientación de la policía que aconseja a las mujeres cómo mantenerse fuera de peligro, "perpetúa agresivamente la posición de la mujer como ciudadanas de segunda clase, cuyo deber es ceder ante los derechos inalienables de los hombres violentos a existir".
Añadió: "Estas" reglas de seguridad "son falsas garantías que la sociedad nos da para librarnos de la responsabilidad de lo que nos sucede a manos de la insidiosa misoginia que permite que corra desenfrenada".
Entonces, ¿Cómo es asumir la responsabilidad? El informe Small Arms Survey calificó la recopilación de datos como "indispensable" para prevenir la violencia de género. "Los datos desglosados por sexo, edad, origen étnico, relación víctima-perpetrador y motivación para la violencia, junto con información contextual, como el lugar, la hora y el instrumento de la violencia, beneficiarán los esfuerzos para diagnosticar, reducir y prevenir la violencia, incluida la violencia letal", escribieron sus autores.
En lo que respecta a las mejores prácticas, se cita a menudo al gobierno de Perú. Su plan de acción incluye "varias agencias con grupos de trabajo especializados [que trabajan] para la reducción de los feminicidios y el enjuiciamiento de los abusadores, incluidos centros de emergencia para mujeres, una línea directa para víctimas de violencia contra la mujer y la Brigada de Policía Especializada para la Prevención de la Violencia Doméstica".
Sin embargo, en última instancia, para reducir la violencia de género en todas sus formas, las normas culturales y sociales deben cambiar. Una investigación publicada por Bristol University Press sugiere que las sociedades deben examinar de cerca sus puntos de vista sobre "la masculinidad y la feminidad, la igualdad de género, la violencia doméstica y las leyes feminicidas, la ideología patriarcal, los valores tradicionales, el papel de la religión en la sociedad y la cobertura de los medios de comunicación sobre el feminicidio y la violencia contra las mujeres".
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